Creación de un cuento

Como ya sabéis, la literatura en infantil es muy importante aunque a veces complicada de elegir. Por este motivo es por el que hemos inventado los textos que pondremos a continuación.
Otra forma de hacerlo es con los niños en el aula: ellos tienen muchísima imaginación y les va a ser más fácil que a vosotros inventarse las historias.

Para los textos en prosa hay distintas estrategias que podemos usar para crearlos, yo en el primer caso he usado una llamada "Cuentos al revés", que consiste en cambiar las tornas de los personajes y que los malos sean buenos. (algo parecido a "La increíble pero cierta historia de caperucita roja).
Pues bien aquí tenéis el relato:

"Erase una vez, en un lugar no muy lejano, un lobo trabajador y responsable que estaba andando por el bosque. En el tercer árbol de la derecha del río, vio de lejos un objeto tan brillante como una estrella y tan rojo como la sangre. Se acercó a verlo y descubrió que era un precioso collar de rubíes. El lobo, que se llamaba Toby, miró a los lados y le pareció ver a alguien corriendo: era uno de los hermanos Piggy, los tres cerditos que vivían en ese mismo bosque, e iba muy cargado. Cuando Toby siguió al cerdito para darle el collar, llegó a un claro en el que había tres casas: una de paja, otra de madera y otra de ladrillo.

 En cada casa había un hermano Piggy: Clara, Carlota y Carlos. Cuando salió de los arbustos para saludar a los cerditos y devolver el collar, todos se fueron corriendo a sus casas y no le abrían la puerta. Toby intentó que la cerdita Clara, la de la casa de paja, le abriera ya que era la más amable de los tres. Pero Clara tenía mucho miedo y le dijo que no. Toby tenía prisa porque llegaba tarde a comer con su mamá entonces sopló y sopló y la casa derribó. La cerdita Clara se asustó mucho y fue a la casa de madera de su hermano Carlos. Toby les volvió a pedir que le dejaran pasar, que solo les quería dar una cosa que se les había caído, pero los cerditos, que tenían más miedo aún que antes, le dijeron que no. Toby sopló y sopló y la casa derribó. En ese momento fue a hablar con los cerditos pero salieron corriendo y se metieron a la casa de ladrillos de su hermana Carlota. El lobo ya llegaba muy tarde a la comida asique les pidió por favor que salieran que se les había caído un collar tan brillante como una estrella y tan rojo como la sangre. Al oír esto, Carlota salió a ver si el lobo tenía razón y descubrió que era cierto. 

Los tres cerditos pidieron perdón al lobo y le regalaron otro collar muy parecido pero esta vez era azul como el mar: era un collar de zafiro. El lobo les contó a los cerditos que llegaba tarde a comer con su mamá y les invitó a ir con él. Cuando llegaron a casa de la mamá loba le explicaron toda la historia, le pidieron perdón por llegar tarde y le regalaron el collar tan brillante como una estrella y tan azul como el mar. Después de comer, se fueron todos a reconstruir las casas de Clara y Carlos e hicieron una fiesta."

Personalmente, yo contaría esta historia en la clase de 2-3 años después de haber contado el cuento original. Me parece que a esta edad podrían disfrutar de la historia y del hecho de que el lobo era bueno.

En cuanto a tener el libro físicamente en el aula, lo daría en un aula 4-5 ya que tiene mucho texto en mi opinión. Más adelante colgaré las imágenes de cómo se podría presentar este cuento (con muchas imágenes explicativas para que puedan seguir la línea argumental, con las páginas plastificadas o en una carpeta de galgas/fundas de plástico...)

A continuación pasamos a las obras teatrales. Soy partidaria del teatro en infantil, creo que fomenta la buena relación del grupo así como el afán por la lectura y por el propio teatro (¿qué parte de disfrazarse, pintar decorados y hacer una representación no es atractiva?)

Las estrategias son las mismas que para los textos en prosa comunes pero en este yo he utilizado una distinta: la "hipótesis absurda". Esto consiste en hablar sobre algo que no va a pasar y generar una historia, en el siguiente caso los animales hablan:

"Narrador: Era un día como otro cualquiera  en la selva tropical. Los animales se despertaban muy relajados escuchando el canto de algunos pájaros.

+EN CASA DE LOS CAMALEONES+

Mamá camaleón: ¿Qué te pasa corazón? ¿Se te ve muy desanimado?

Camaleón: Es que en el colegio se ríen de mi el resto de los animales porque no como carne…

Papá camaleón: ¿Y les has explicado que no puedes comer carne?- el camaleón niega con la cabeza- ¿pues intenta hacerlo hoy y ya verás cómo te entienden?

+EN LA ESCUELA+

Profesor búho: buenos días chicos, hoy vamos a hablar de cómo os sentís y por qué.

Camaleón: A mi me gustaría explicarle a mis compañeros que no puedo comer carne, que solo puedo comer insectos

Pantera: Pero casi todos comemos carne, si tu no lo comes es que eres raro.

Profesor Búho: ¿qué piensas tú cacatúa?

Cacatúa: yo solo como semillas asique no creo que sea raro no comer carne

Elefante: yo solo como plantas y tampoco soy raro, pero soy distinto, como todos

Pantera: entonces… ¿ yo también soy distinto porque como carne?

Profesor búho: sí, todos somos distintos y eso no es malo

Camaleón: entonces, todos somos iguales porque todos somos diferentes

Todos los animales de la clase: ¡sí, sí, es verdad!

+EN CASA DE LOS CAMALEONES+

Papá camaleón:¿ya se lo has explicado hijo?

Camaleón (muy contento): sí papá, y ¿sabes qué? Que todos comemos cosas muy diferentes

Papá camaleón: me alegro cariño, entonces ya os lleváis mejor?

Camaleón: sí, y mañana en clase vamos a hablar cómo nacemos.

Mamá camaleón (mientras se van todos del escenario):  vamos a sacar unas fotos de cuando naciste para que te las lleves a clase…

Narrador: Después de ese día , los animales de la selva comprendieron que ser diferentes no era malo, sino que era lo más normal."

Esta actividad la desarrollaría en un aula 4-5/ 5-6, e incluso en un aula 3-4 adaptando un poco las frases ya que son un poco largas para alumnos tan pequeños. 

Al crear este tipo de obras debemos tener en cuenta que las palabras estén adaptadas a su edad y que las oraciones no sean demasiado complejas: lo mejor será no hacer muchas oraciones subordinadas.

Finalmente, y mi favorita de las tres, la poesía. Los textos en prosa son muy difíciles de crear pero para mí son los más divertidos para hacer en clase con los niños. Este es el cuento que he convertido en libro, así que os lo mostraré mediante imágenes y luego comentaré cómo lo he hecho:

Esto es una letanía, también se puede hacer con personas (como las mamás) o con cualquier animal u objeto que le interese a la clase.

En cuanto a los materiales, esta hecho con bayetas del mercadona y goma eva. Hay que prestar mucha atención a los materiales (elegirlos es lo que más tiempo me llevó): tener en cuenta que los niños van a tirar de el y chuparlo, por lo que necesitamos un material resistente y que no sea tóxico. 

Los rotuladores usados no son tóxicos y los he comprado en una tienda de "todo a 100", así como la goma eva , todo bastante barato.

Le he hecho un agujero con la típica máquina de oficina de hacer agujeros, pero se puede usar perfectamente un cutter a falta de esta. He reforzado los lados de los agujeros con silicona (se trabaja con una pistola caliente de silicona que se puede encontrar en las tiendas de manualidades), y también la he utilizado para pegar la goma eva a las bayetas.

Por último le he puesto un llavero que he encontrado en casa para que las páginas sean más sencillas de pasar y un cascabel para que llame más la atención.

Respecto a las edades, creo que lo pondría incluso en un aula de bebés ya que es un cuento corto, sin mucho texto, con dibujos, y totalmente adaptado para que los niños jueguen con él, lo chupen o lo estiren. Y si en un momento dado se ensucia, se puede lavar perfectamente.

Para hacerlo he estado aproximadamente 1:30 h , aunque más si contamos con el tiempo que estuve pensando en los materiales y cómo lo iba hacer.

Esta actividad me parece muy divertida de hacer y creo que es algo que toda maestra o padre/madre debería probar, simplemente por el hecho de que vean lo que cuesta a veces dar con esa imaginación que nos desbordaba cuando eramos pequeños. Yo os invito a reflexionar por qué cambiamos tanto algo tan maravilloso como la imaginación. En relación con el tema práctico, nunca va a estar mal tener más libros en el aula, y ¿que mejor persona para hacer uno que tú, que eres la que está más horas con los niños y sabes lo que les interesa?.

Me despido con un saludo y unas ganas enormes de que hagáis los vuestros propios y disfrutéis con ello.

A la próxima más, pero no mejor.